Únicamente el presidente de la Confederación Universitaria Boliviana además de Álvaro Ramos dirigente de la FUL suspendido y otros dirigentes resolvieron expulsar a estudiantes opositores.
Durante este conflicto se desnudaron muchos actos de corrupción no sólo en la FUL sino también a nivel nacional como la Confederación Universitaria, grandes recursos económicos que no se rendía cuentas y los dirigentes se vieron en serios aprietos pues veían que su forma de vida era amenazada, además estudiantes de manera justa pedían el respeto al sistema democrático y a su Estatuto orgánico estudiantil algo que pretendía ser pisoteado únicamente por una persona el presidente de la CUB que por cierto ya está prorrogado.
Varios actores de la sociedad condenaron este actuar y se solidarizaron con los estudiantes pues ser opositor además de pedir que se hagan las cosas bien no puede ser motivo para ser expulsados del sistema universitario.